Mitología celta y galés: el susurro de la tierra mágica
Una invitación a caminar descalza entre leyendas, raíces y runas
Abejita querida,
¿Alguna vez has sentido que un lugar te llama? No con palabras, sino con algo más hondo: una vibración suave en el pecho, como un murmullo que no entiendes pero reconoces. Así me pasa con Gales. Y no me refiero solo a sus colinas verdes y su costa salpicada de faros. Me refiero a lo invisible que se siente tan real: la magia antigua, la espiritualidad que aún respira entre las piedras y los árboles, las historias que nacieron cuando aún creíamos que los dioses caminaban entre nosotros.
Hoy quiero contarte sobre la mitología celta y galés, esa que no solo le da nombre a los ríos y las montañas, sino que guarda las claves de una forma de vivir más conectada, más lenta, más sabia.
Los mitos que no se cuentan, se recuerdan
La mitología galesa forma parte del gran tapiz celta que abarca Irlanda, Escocia, Bretaña y la Isla de Man, pero tiene una voz propia, como un canto distinto en un coro ancestral. Y esa voz llega hasta nosotras a través del Mabinogion, una colección de relatos antiguos, conservados en manuscritos medievales pero nacidos en la tradición oral mucho antes.
Allí conocerás a personajes como:
Rhiannon, una diosa-caballo, soberana, sabia, injustamente castigada y profundamente poderosa.
Bran el Bendito, un gigante que cruza el mar llevando su cabeza parlante y protegida, símbolo de la conexión entre la vida y la muerte.
Blodeuwedd, la mujer creada con flores, que nos habla del derecho a desear, a equivocarse y a ser más que lo que nos fue dado.
Lo fascinante es que estos relatos no son cuentos infantiles, son espejos del alma humana, cargados de símbolos, arquetipos y enseñanzas sutiles. Y lo más hermoso: no hay una sola manera de interpretarlos, sino tantas como caminos hay bajo nuestros pies.
La magia de la tierra: druidas, árboles y runas
En la antigua Gales, la espiritualidad no se practicaba en templos de piedra, sino al aire libre, en los bosques, junto a los ríos, bajo las estrellas. La tierra no era un recurso, sino un ser sagrado. Cada árbol, cada colina, cada fuente tenía su espíritu.
Los druidas eran los guardianes de ese conocimiento: filósofos, sanadores, astrólogos, poetas. Aprendían durante años (¡a veces décadas!) y lo memorizaban todo. Nada se escribía, porque la palabra tenía poder, y solo debía pronunciarse cuando el alma estuviera lista.
Uno de los sistemas que usaban para registrar y transmitir sabiduría era el Ogham, un alfabeto rúnico que se grababa en piedras y madera. Cada símbolo estaba vinculado a un árbol y a una cualidad espiritual.
Por ejemplo:
Beith (Abedul): nuevos comienzos, pureza, iniciación.
Duir (Roble): fuerza, estabilidad, conexión con lo divino.
Coll (Avellano): sabiduría, inspiración, intuición profunda.
Usaban estas runas no solo para escribir, sino también para hacer lecturas oraculares, como quien hoy tira cartas del tarot. ¿No es maravilloso pensar que podrías caminar por un bosque galés y sentir que los árboles aún susurran estos antiguos significados?
El velo entre mundos: magia y espiritualidad cotidiana
En la cosmovisión celta, no hay separación entre lo mágico y lo real. Todo está entretejido. La tierra no necesita ser "encantada" porque ya es sagrada.
Y esa visión sobrevive en Gales aún hoy. En los rituales paganos que se celebran en los solsticios. En las fiestas como Calan Mai (el primero de mayo), donde se honra la fertilidad de la tierra. En la devoción a lugares como Cadair Idris, la montaña donde se dice que quien duerme allí despierta como poeta… o no despierta en absoluto.
No es solo folklore. Es una invitación a vivir más despacio, más atentas, más receptivas a lo invisible. A notar las señales. A intuir lo que no se ve.
¿Cómo vivir esta espiritualidad hoy?
No necesitas estar en Gales (aunque qué bonito sería) ni hablar galés a la perfección (aunque ya sabes que lo estamos aprendiendo con mimo).
Basta con:
🌙 Honrar el ritmo de la naturaleza.
📖 Leer un mito y preguntarte qué te quiere decir hoy.
🌸 Cuidar una planta como si fuera un espíritu antiguo.
✍🏼 Escribir con una vela encendida y un cuenco de té, dejando que tu intuición guíe tus palabras.
🔮 Crear tus propias runas y tirar una cuando necesites claridad.
La espiritualidad celta no impone dogmas. Te invita a recordar lo que tu alma ya sabe.
Abejita, si este tema ha resonado contigo, te invito a suscribirte a este diario lento donde cada semana compartimos semillas de Gales, palabras con alma y rincones mágicos.
Y si quieres seguir explorando este mundo de mitología, magia natural y espiritualidad antigua, déjamelo en comentarios. Quizá la próxima entrega sea sobre las fases lunares según los antiguos bardos… o sobre rituales caseros para Samhain.
Mantra celta para esta semana:
"Todo lo que necesitas ya habita en ti. Solo hace falta recordarlo."
Diolch o galon,
Annie
Me encanta lo que escribes y como lo escribes, siento mucha tranquilidad al leerlo y fascinación por todas estas cosas que nos enseñas💖
Me ha gustado mucho esta publicación. Siempre me ha fascinado la mitología celta y a mí también me llaman mucho lugares como Escocia e Irlanda.
No conocía esa obra celta. La voy a buscar.