Este viernes empieza la magia
Algunas historias se cocinan lento… y por fin está lista para servir.
Querida abejita…
Te escribo esto con el corazón tembloroso y las manos todavía llenas de harina imaginaria.
Porque sí, El hostal de los sabores perdidos abre sus puertas este viernes. Y yo aún no puedo creer que por fin vaya a compartirlo contigo.
Hay proyectos que se sienten como semillas: los entierras, los riegas, los olvidas un poco, y un día —cuando menos lo esperas— asoman. Otros son como masas madre: fermentan, esperan, se resisten, pero cuando finalmente crecen… lo hacen con carácter.
Y luego están estas historias. Las que arden bajito durante años. Las que no puedes forzar. Las que no se dejan escribir hasta que tú estás lista para entenderlas.
Esta es una de esas.
🍋 El hostal de los sabores perdidos: empieza este viernes
Cada viernes, durante nueve semanas, vas a poder sentarte conmigo en la cocina de Penwyth House. Abrirás la ventana para que entre la niebla. Escucharás la tetera silbar. Y leerás un nuevo capítulo.
Historias dentro de historias. Recetas olvidadas que necesitan una segunda oportunidad. Corazones que sanan lento, como las cosas importantes. Y una casa que susurra en los pasillos si te atreves a escuchar.
Cada capítulo será como una rebanada de bizcocho de limón con azúcar glas: suave, con un toque ácido, y sorprendentemente reconfortante.
Y tú estarás ahí, abejita. Como siempre. Como nunca. Con tu taza de té lista y el corazón dispuesto.
✍️ ¿Por qué ahora? ¿Por qué así?
Te cuento un secreto: llevaba tiempo soñando con escribir una historia por capítulos.
Algo que no fuera rápido, ni urgente. Que se desplegara despacio, como el humo de una vela recién apagada. Que tuviera ese ritmo acogedor de los libros que leemos bajo manta. Que no gritara. Que acompañara.
Durante meses —años, si soy honesta— esta historia me visitaba en forma de imágenes sueltas: una cocina llena de cuadernos. Una mujer horneando sin saber por qué. Un hombre que parece sacado de una postal antigua. Una casa que cambia según quién entra en ella.
Pero yo no podía aún escribirla. Porque necesitaba aprender a vivir más despacio. A aceptar los silencios. A confiar en que tú, abejita, estarías ahí incluso si las palabras no llegaban todas de golpe.
Y ahora… ahora sí.
🌧 Este verano, ven a Gales
Sé que todas las campañas de verano gritan sol, mojitos y arena. Pero tú y yo sabemos que existe otra forma de vivir estos meses. Más lenta. Más íntima. Más de abrigo ligero y ventanas abiertas a la lluvia.
Este verano te propongo algo diferente.
Te propongo una casa antigua rodeada de vegetación húmeda.
Una biblioteca que elige libros por ti.
Una cocina donde las historias se mezclan con mantequilla.
Y personas heridas, dulces, misteriosas, que encuentran exactamente lo que no sabían que buscaban.
Cada viernes será un suspiro. Una nueva habitación. Un recuerdo que se despierta.
Y un pastel que casi —casi— puedes oler al pasar la página.
💌 Para ti, que estás desde el principio
A ti, que abriste esta newsletter sin saber muy bien qué esperar.
A ti, que volviste una semana más, aunque el mundo gritara demasiado.
A ti, que me llamas “Neus” como si estuviéramos tomando un té juntas…
Esta historia es para ti.
Porque las cosas buenas se cocinan lento.
Porque no todas las magias hacen ruido.
Y porque sé que en tu corazón hay un rincón que también sueña con casas que recuerdan, personas que sanan, y recetas que salvan.
🎁 Lo que te espera (además de capítulos)
Cada viernes tendrás:
✨ Un nuevo capítulo, horneado con mucho cariño
🍋 Una receta inspirada en lo que sucede en la historia
📜 Un pequeño “extra” para abestias VIP: cartas, pensamientos, páginas del cuaderno de Clara, o alguna visita misteriosa…
🕯 Ilustraciones, pequeños encantos, y quizás alguna sorpresa que llega por correo…
🐝 Nos vemos en la cocina
Así que, abejita mía… ya casi es viernes.
Yo tengo la levadura lista, el horno precalentado, y los personajes esperando detrás de la puerta.
Gracias por estar ahí.
Gracias por leerme.
Gracias por acompañarme en este viaje donde la historia no sólo se cuenta… se hornea.
Con todo mi cariño —y una taza de té con canela—
Annie 🌧💛🍰